Ayudemos a Valentín

Valentín Domínguez tiene apenas 12 años, y además de padecer una compleja enfermedad, debe sufrir la burocracia y la falta de sensibilidad de algunos sectores de la sociedad. 

 

El niño acudía desde hace 3 años, desde las 8 hasta las 16hs., al Centro de Educación Terapéutica “Ángeles del Bosque” de Ezeiza. Lo hacía junto a una enfermera que lo acompaña por orden médica las 24hs., hasta que desde el Centro se opusieron a la presencia de ella. 

 

Valentín padece una enfermedad llamada Epidermólisis ampollar, conocida popularmente como “piel de cristal”. La necesidad de contar con el apoyo de la enfermera es primordial, ya que entre varias cuestiones el niño debe evitar el roce con cualquier elemento que le produzca lesiones muy dolorosas y solo no puede lograrlo. Los ojos y la atención de la enfermera en el centro son solo para él, y perder eso para sus padres es algo inconcebible. Valentín necesita estar acompañado, pero aparentemente la presencia de las enfermeras en el C.E.T, molestó a las autoridades.

 

Cuando sus padres intentaron reclamar al C.E.T, las irregularidades que observaba la enfermera que acompañaba a Valentín, desde el lugar impidieron que el niño ingrese con su acompañante pese a que ella cuenta con el aval de su Obra Social (OSDE) para estar junto al niño de forma permanente.

 

El malestar entre ambas partes es cada vez mayor, y como única respuesta hasta ahora lo que han tenido es que el niño siga asistiendo pero sin compañía de una enfermera, asegura Fernando el papa de Valentín. Además aseguro que están judicializando el caso, pero mientras tanto lo único que se logra es atrasar el tratamiento del niño que ya no puede ir al centro. 

La carta de Celeste (mamá de Valentín) en la red social FACEBOOK tiene muchas frases conmovedoras, como por ejemplo: “Hijo mío, (…) ¿Cómo te explico que tus derechos no valen?”, reflexiona y se pregunta “¿Cómo te explico que aquí la necedad humana puede más que ser una niño inocente, que sólo necesita su lugar de pertenencia donde pueda alternar diversión y tratamientos para tu mejor vida?”.

Sobre el día a día  que Valentín perderá, su mamá se pregunta: “Cómo te miro a los ojos y te explico que ya no verás a tus amigos?”. Lena de dolor e impotencia dice que con solo mirarlo se le “desgarra el alma”.

 

Ellos aseguran que el tratamiento lo llenaba de alegría y que eso lo hacía “distraerse” de la dura realidad que vive minuto a minuto por su enfermedad.

 

Para finalizar, Fernando explicó que en la actualidad desde la Obra Social les han presentado otros Centros Terapéuticos que evaluarán, pero que en cuanto al reclamo respecto a las irregularidades que existirían en el CET de Ezeiza, no hubo ningún tipo de apoyo.

Su mamá espera que las cosas cambien y aún cree en la posibilidad de creer que la Justicia existe y que harán valer los derechos de Valentín.